Ya hemos comentado en anteriores artículos que uno de los principales problemas actuales de las Pymes es el acceso a financiación bancaria. En estos momentos de crisis que apuntan a recesión los bancos no sueltan ni un euro.
Pero entonces, me pregunto yo que si el plan de rescate supone una inyección de liquidez al sistema bancario para que transfiera el tejido empresarial y además los tipos empiezan (lentamente, eso sí) a bajar… ¿veremos realmente una mejora en el crédito empresarial?
Hoy mismo el BCE ha bajado los tipos al 3,25%; el Euribor lleva unos días bajando lentamente, y encima el gobierno nos prestará dinero a través de los bancos.
Por tanto, si los bancos tienen dinero (que no es suyo) para prestar, si los préstamos serán más baratos (es decir, se pagarán menos intereses y por tanto la cuota mensual se reducirá) y si los empresarios están dispuestos a seguir funcionando si consiguen financiación… ¿por qué sigue sin aumentar los préstamos a las empresas? ¿A qué están esperando los bancos? ¿Se verán realmente afectadas (positivamente, se entiende) por estas medidas las Pymes?
Mira que tengo mis dudas, y más sabiendo que el reglamento que regula el plan de rescate- el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF)– ya tiene una serie de apaños mediante los cuales el gobierno puede recortar el dinero que llegue a las familias y pymes… ya no es un 25% para aquellas entidades financieras que más ayuden a las familias y a las pymes (que era lo que había pactado el Gobierno con el PP), sino que ahora es un “hasta un 25%”… que no es lo mismo.
Es decir, aquellas entidades que realmente ayudan a la economía real (las que más prestan dinero a familias y a pymes) tenían asegurados entre 7.500 y 12.500 millones de euros (el plan inicial son 30.000 millones ampliable hasta los 50.000) y ahora, según la redacción aprobada por el gobierno (sin consenso), esa cantidad puede ser perfectamente cero.
He aquí otro argumento más para fortalecer la “confianza” depositada en el Gobierno… ¿o no?
En estos momentos de crisis mundial, nos encontramos que a quien más afecta esta situación de crisis es a las pequeñas y medianas empresas. Las Pymes están pasando por grandes apuros para subsistir en el día a día y la crisis ha golpeado en su línea de flotación, que no es otra que la tesorería, la liquidez… en definitiva el circulante de la empresa, que disminuye a pasos agigantados y provoca que una empresa totalmente viable, se vea avocada al cierre por no poder pagar sus deudas más inmediatas. Tres son las principales causas y varias son las recetas que podemos utilizar para salir de esta situación.